10 kms. de Laredo 2012

Laredo, un pueblecito que linda con el mar Cantabrico, se engalana, se viste de fiesta para recibir a un personaje idolatrado y respetado por todos y sobre todo por todas. David de Bustos desembarca en la noble villa santanderina para dotar de prestigio (mas aún si cabe) a la prueba que celebra su décimo año de vida. La gente se agolpa en las calles para saludar y dar sus muestras de cariño hacia el mítico atleta que, con esta aparición, suma ya dos presencias en carreras de 10 kms nada menos.
La carrera se inicia a las 6 de la tarde, hora peninsular (básicamente porque se corre en la península). 1300 atletas se dan cita en la recta de salida para hacer así la fiesta mayor aún si cabe.
La carrera comienza y el ritmo es endiablado... en cabeza. Yo me lo tomo con calma, se que mi momento esta por llegar. Soy frío y calculador y el tiempo me dará la razón. Los kilómetros pasan y pesan cuan losas en mis piernas pero tengo que ser fuerte. La gente enfervorizada grita mi nombre jaleandome y llevandome en volandas hacia la meta. Estoy en el kilometro 4 aproximadamente y veo que los primeros ya están en la segunda vuelta. Esto me hace pensar que igual dejo lo de la victoria para otro día, demostrando así, mi humildad. Que gane otro, tampoco se trata de avasallar allá por donde voy. Los kilómetros se suceden y estoy contento. Le he robado un botellín de agua a una niña que tenia un peto amarillo y lejos de enfadarse me da animos. De todas maneras ¿Por qué hay un montón de niños con botellines de agua? Que botellones mas raros hacen en Laredo. Bueno, al grano. Al llegar al kilometro 7 entro en ese momento que aparece si o si todas y cada una de las veces que salgo a correr y en el cual mi cabeza me dice a viva voz ¡¡¡ TU DAVID, A TU EDAD Y NO ESPABILAS!!! Aquí estoy otra vez, sufriendo como un perro y corriendo como si me persiguiera el diablo ¿A que se debe esto? Algún día lo entendere. Kilometro 8, el tiempo no pasa y los kilómetros empiezan a tener mas de 1000 metros en mi cabeza. Kilometro 9, solo falta uno pero hay que correrlo como los demas. Extrañamente, mi ángel de la guarda, se impone al diablo que trata de frenarme y hacerme desistir, y me dice que apriete, que vas mejor de lo que piensas. Así que, en un final digno de las mas gloriosas gestas, hago un sprint los últimos 100-200 metros como si me siguiese el diablo, o un inspector de hacienda que es peor. Se acabo, y lo mas importante, he conseguido mi meta que era bajar mi tiempo de 48:24 minutos. Hago 47:23 según mi reloj (un minuto menos que lo que marca el reloj de la organización).  Soy un crack, una bestia (como diría el gran Emilio Duro. Algún día hablare de el). Como premio a tamaña gesta, me dan una latita de aquarius que entra como si fuese Don Perignon y un buen lote de fruta. Mientras voy cogiendo la fruta (que esta en cajas para que cada uno coja lo que quiera), veo a una señora de unos 70 años, cuya apariencia no es precisamente la de una atleta, mayormente por la vestimenta. Plumifero, pantalón de pana, y zapatos (que pena no haber sacado una foto) que sin ruborizarse lo mas minimo, va cogiendo fruta variada para llevarse a su casa. Entre otras cosas, se lleva el ultimo platano que quedaba y el cual me hubiese gustado disfrutar a mi, pero bueno. ¿Adonde quiero llegar con esta señora? Pues que este es el espíritu y la mentalidad del no corredor. ¿Porque correr y darme una paliza cuando puedo coger la fruta igual, igual sin que nadie me diga nada? Hay que aprender de nuestros mayores. Asi que mi consejo de hoy es el siguiente: Mens sana in corpore sano. COMED FRUTA.
Por cierto, Marta Dominguez bate el récord de España con un tiempo de 31:47. Yo quedo el 886 de 1300. Mas que contento. Proxima meta, la media maraton de Bilbao. 29 de abril del 2012.

P.D. En el principio del post dije que mi momento llegaría y llego. 21:00 horas, casa de unos vecinos. Jamón 5J, langostinos en salsa, pinchos morunos de cordero, tortillita de patata, vino reserva y copas varias. Esta es la sal de la vida.
Saludos a todos y a por el domingo que va a ser un gran día.